Cuando por la mañana llegas al lugar de salida y ves máquinas maravillosas de dos ruedas y seguidamente máquinas humanas empiezas a valorar como puede discurrir la ruta, esta impresión probablemente muchos de vosotros coincidáis con ella.
Pues así ha sido esta mañana del domingo, nuestro grupo, estaba formado por varios integrantes en muy buena forma, Edu, Meroño, Isaac y alguno más, el resto podemos decir que de nivel medio, pero también amigos que comienzan su entrenamiento tras una larga temporada de parón, y que decir que también de Willy, nuestro socio y gran amigo Belga no digo edad, pero hacer cálculos…… 1.938, un grupo de lo más diverso en cuanto a forma y edad.
Con un panorama así, un balance preliminar, sabes que el día no muy apacible, y así ha sido comenzamos la ruta y tras menos de 10 kms. de calentamiento, algo pasa en cabeza y antes de Los Nietos el grupo de estira, miras el navegador y has pasado de 40 km/h. miras hacia atrás y no puede ser, comenzar así no es lo que tenías previsto y teniendo en cuenta que la ruta hacia Portman con la mayor parte del tiempo con viento de frente, entonces piensas…..¡suelto! (en el argot ciclista desconectar del grupo de cabeza) y me voy con los rezagados, pero la sangre te hierve y continuas, hay otra opción, gritar a los protagonistas de cabeza que reduzcan la marcha, y así fue, pero alguien da una contraorden y se reinicia la marcha, que gracias a Los Nietos pudimos agruparnos.
En la foto de izda a derecha 14 amigos:
Isaac, Meroño, A.Murcia, Marcos, Willy, Juan “Binza”, Diego (yo), Benedicto “Carnicero”, Mariano, J.A. Trigo, Ignacio, Salva “Presi”, Edu que hizo esta fotaca y Ponciano que llego un poco tarde.
Una vez iniciada la subida hacia Atamaría la marcha fue un poco mas relajada y permitió que coronáramos casi todos juntos.
Iniciamos la bajada a toda velocidad hacia Portman, aferrados fuertemente al manillar, el viento, sobre todo en la vertientes que confluían con la carretera presentaban ráfagas inesperadas que ponían en riesgo el equilibrio.
La subida hacia la Cola del Caballo cada uno a su ritmo, lógicamente, los ya nombrados al principio tenían en su punto de mira La Esperanza, y como era de esperar pusieron tierra de por medio, en el cruce de la Esperanza pudimos finalmente agruparnos. Tras tomar hacia La Unión, eran pocos para un domingo, y muchos menos para Mister Binza, con lo que el maestro nos indico el nuevo recorrido, a partir de este momento, nuestro grupo quedo reducido y continuamos los de siempre, con lo que fuimos tirando y esperando para no dejar a nadie en el camino de vuelta, al paso por el Carmolí, el amigo Ponciano, le gusta quemar el ultimo cartucho en trepando hasta El Carmolí, por lo que Edu, Ponciano, Isaac y yo hicimos el ultimo esfuerzo del día, finalmente y tras otro agrupamiento llegando a la rambla del Albujón entramos en los Alcázares tras unía donde el viento fue uno de los protagonistas.
Unas cervezas y tapas en el bar del polideportivo y pensando en la próxima ruta.
Desde aquí amigas y amigos, os dejamos esta crónica que esperamos os guste el video.