Tras 5 meses (ver aquí) y sin pensarlo mucho, hemos vuelto a este gran reto, quizás con el convencimiento interior que esta ruta esta mas allá que nuestra forma física actual, pero si eres ciclista, sabes que esta es la chispa que enciende la llama, pues así empieza la historia, 8 ciclistas con un gallo sobre la cabeza, o mejor aún, la cresta de ese gallo.Pero no todos estábamos tan locos, solo 5 estábamos dispuestos a atrapar a ese gallo.
Aquí os dejamos este video recopilatorio de la ruta.
El trayecto inicial con un ritmo mas contenido que otras veces, había que guardar “peseticas” como diría el maestro Binza, guardar es reservar energías para los momentos donde la montaña, en su ladera mas escarpada te pone a prueba.
Pero hasta el cruce donde comienza la subida hacia El Garruchal, kilometro 33, realmente no recuerdo bien como llegamos, gracias a una extendida conversación de una afición en común, sobre la caza con mi amigo Salva Fdez., esta es la magia del ciclismo te sumerge en otro mundo y mientras tus piernas pedalean y pedalean…
Bueno, dejemos ya de fantasear y volvamos a la carretera, tras ese lapsus que quizás sea para mí, lo mejor de la jornada, empezamos a hacer fotos y video, ya la pendiente hizo que te acordaras de las piernas, y a menos de 1 km. de coronar, dos guerreros, Graeme y Mariano Galindo salen como dos cohetes y se disputan el alto del Garruchal, ambos con fisonomías muy distintas, pero cada uno poniendo en su pedalier toda su energía y casi emparejados coronaron, con una leve diferencia a favor de Mariano.
Los 8 llegamos juntos hasta el Garruchal :
Mariano Galindo, Graeme, Juan “Binza”, Pepe “carnicero”, Ponciano, Salva Fdez., Salva “Presi” y yo Diego.
Sin poner a tierra nos dejamos caer dirección San José de la Vega, excepto Mariano, Pepe y Ponciano que no nos siguen, pero los cinco restantes continuamos por esa carretera con tramos de deteriorado asfalto, donde la vegetación que te rodea y el entorno hace que no te acuerdes de lo mal que lo están pasando tus cubiertas.
Al llegar a San Jose de la Vega, parada obligada en el monolito que hace honor a este bonito lugar, unas fotos, unas barritas y la mente preparada para plantarle cara a esa dura y emblemática escalada, que quizás guardan en su mente muchos ciclistas profesionales
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Comenzamos a subir, todos juntos, para Graeme, es su primera vez, pero este gran amigo sin frio y con mucha alegría y energía la supera con soltura, Salva “Presi” se distancia y se pone a prueba luchando contra si mismo.
Vamos avanzando y nos distrae ese valle infinito donde Murcia forma una pequeña parte de esa gran extensión, saludamos a muchos compañeros de fatiga que suben con sus bicis de montaña, hay zonas que te ponen al limite, pero no son demasiado largas, antes de llegar arriba atraviesas una zona que donde el suelo presenta mas piedras que asfalto, pero hay que llegar arriba, y finalmente coronamos y nos invade una gran alegría, comenzamos a hacer fotos con la cresta a nuestra espalda y en el mirador, la fuerte subida merece parar y recrearse en el lugar, mucha gente haciendo deporte y caminando, y respiras hondo y piensas…¡¡¡a valido la pena !!!, volveré….
Para la vuelta tenemos a un experto, nuestro querido maestro Juan “Binza” que se conoce estas carreteras antes de que fueran asfaltadas, mi compañero en bajadas a gran velocidad es Graeme, juntos disfrutamos de ese peligro controlado entre curvas y carretera serpenteante en muy buen estado durante este nuevo recorrido de descenso, enseguida nos sorprende ver el Santuario de la Fuensanta, continuamos por Algezares, pasamos Los Garres y tras dejar atrás San José de la Vega, afrontamos la ultima subida hacia el Garruchal, arriba en el bar paramos y recobramos el aliento, y durante el descenso nos ponemos de acuerdo sobre el itinerario de regreso, decidimos Valle del Sol, y ahora llego la mejor sorpresa del día encontrarnos con Robert, nuestro gran amigo y querido Robert, efusivos saludos y abrazos a pie de carretera, bromas y mucha alegría de verlo sobre su bici y que todos deseamos que pronto se recupere totalmente y vuelva a compartir con nosotros estas rutas.
Nos despedimos de Robert y le metemos el turbo hasta Los Alcázares, los últimos 30 kms empleamos una velocidad media de 33 km/h.
Al llegar a Los Alcázares, disfrutamos de una gran la satisfacción de recorrer estos emocionantes 105 kms. y sobre todo coronar la Cresta.
Pero hay mas historias en paralelo con las nuestra, os dejamos fotos de nuestros amigas y amigos que recorrieron otros parajes y también disfrutaron del ciclismo y de algo también muy apreciado por el mundo ciclista esas apreciadas esas cervezas y tapas después de la ruta.
Aquí os dejamos fotos de: Claudia, Irene, Paloma, Juan Carlos, Pepe Hermosilla, Paco Jerez, y Yague,
Gracias por seguirnos en esta locura y volvemos el próximo domingo !!!!
